EMILIO DURÓ: DISPAROS DE MOTIVACIÓN

#3afavor3encontra es un giro en este blog. Un análisis específico de determinados comunicadores. De personas (y personalidades) reales, experimentadas… y muy expuestas. El primer candidato era Donald Trump (pero por ahora va a seguir esperando turno).

Había una vez, un gurú de la motivación y de la felicidad. Cuenta la leyenda que vivía (feliz y motivado, cómo no) dedicándose a la consultoría y a la formación hasta que alguien colgó un vídeo de una conferencia suya en Youtube. Las maravillas del mundo vírico lo convirtieron entonces en una especie de Rollling Stone de la consultoría. Con todos vosotros, Emilio Duró.

Durante los últimos años, y después de ese subidón de popularidad, Duró parece haber desaparecido: ya no lo vemos en los medios. La web desatendida, la cuenta de twitter en coma… De verdad espero que Emilio Duró siga en la brecha (feliz y motivado, cómo no), porque su mensaje es de aquellos que merece seguir difundiéndose.

Vamos allá:

#3AFAVOR

  •          Ganas.- como te cuento aquí, las ganas son fundamentales a la hora de comunicar. Y a Emilio Duró, si hay algo que le sobra, son ganas. Una energía casi incontenible. Ilusión, motivación y alegría presiden sus intervenciones (que para eso las vende). No hay nada peor que un ponente distante y poco motivado. Duró es todo lo contrario, así que aplícate el cuento.
  •          Humor.- Otra de sus grandes armas. Como te cuento aquí, no hay que ser del club de la comedia para usar el humor en una presentación (y siempre es una buena idea). Emilio lo usa con soltura, de forma espontánea, imagino que de forma muy parecida a como lo hace en su vida diaria, y eso es una gran lección. Como él mismo diría: ‘Si eres un muermo en tu vida, ¿cómo vas a ser divertido en el escenario?
  •          Foco en la audiencia.- Si de algo no cabe la menor duda, si algo transmite Emilio Duró en sus charlas, es que quiere conmoverte. No está allí para mostrar lo mucho que sabe, ni para demostrar nada a nadie: está allí para comunicarse. Para compartir sus ideas contigo. Ese foco, y un contenido absolutamente relevante (la felicidad, ni más ni menos), permiten que Duró se olvide de sí mismo para alcanzar unas enormes cotas de persuasión.

#3ENCONTRA

  •          Articulación.- Ahí tenemos un hueso duro de roer, Emilio. Sé que piensas rápido, sé que tienes mucho que decir, pero si corres tanto nos perdemos la mitad de lo que dices. No sólo porque no se entiende, sino porque no nos das tiempo a digerirlo. Que sí, que te has aplicado en la entrevista y casi-casi lo consigues, pero tu audiencia necesita, no sólo ideas relevantes, sino también tiempo para asimilarlas. ¿Qué tal una pausita de vez en cuando?
  •          Estrategia única.- Podríamos definir el optimismo que predica Emilio Duró como optimismo realista. Confronta lo que hacemos, con la información de diferentes fuentes científicas para llegar a conclusiones y consejos para un mejor vivir. Y eso está muy bien, pero es su única estrategia. Querido Emilio, harías bien en usar otras vías para llegar a las mismas conclusiones -click aquí para más info-; eso te haría llegar a muchas más personas.
  •          Profesor cabreado.- Con un estilo entre precipitado y gritón, Emilio Duró me recuerda a aquellos profes  que veían tan claras sus asignaturas que incluso se cabreaban cuando tú no las entendías. Duró no llega a ese nivel, pero el mensaje subliminal que transmite es el mismo: ‘Si no lo pillas, estás tonto’. Parece haberlo corregido en las entrevistas, pero a mí se me antoja que eso se debe a que está delante de Buenafuente... ¿A que sí, Emilio?  

Y hasta aquí el análisis.

Confieso que he tomado algunas notas sobre sus charlas, que sus palabras me han hecho pensar (una vez más), y que me ha conmovido reencontrarlo. Por eso espero que siga por ahí, difundiendo, enseñando y (espero que) demostrando que es el perfecto ejemplo de que sus recetas funcionan.

‘A más ver…’