EL DÍA QUE ZOOM DESAPARECERÁ DE NUESTRAS VIDAS

  • Las video llamadas son más frías que una reunión presencial

  • No se consiguen los mismos objetivos

  • Echamos de menos el contacto humano

  • Nos sentimos más incómodos

  • Las ventas funcionan peor (o no funcionan)

  • No conseguimos motivar a los demás

  • Los asistentes se distraen, perdemos efectividad, no dan resultados…

Estas y otras muchas razones nos impiden sacar partido a nuestras reuniones virtuales. Tanto que muchos están DESEANDO volver al entorno presencial.

La semana pasada tuve una reunión virtual con el director de ventas de una compañía, que me contaba cómo su equipo echaba de menos visitar al cliente: escucharle, resolver sus problemas y ofrecerle sus soluciones personalmente. Y justo después, recibí el mensaje de un amigo contándome lo bien que le ha ido su ponencia… ¡en México! (una ponencia virtual, por supuesto)

¿Casualidad? Yo diría que no.

Algunos de nosotros estamos ‘abrazando el cambio’, explorando, buscando posibilidades, explotando los nuevos recursos. Y otros, aunque usan las nuevas herramientas, están esperando a que ‘esta pesadilla pase de una vez, y volvamos a la normalidad’.

¿Y CUÁNDO VA A PASAR ESO?  

Yo veo sólo dos opciones:

  1. CUANDO INTERNET SE CAIGA A NIVEL GLOBAL: es decir, que prácticamente volvamos a los años 80 del siglo pasado (espero que con looks diferentes)

  2. QUE NO PASE NUNCA.

Reconozcámoslo: hemos dado un paso de gigante en nuestras comunicaciones virtuales.

Por motivos externos, y posiblemente a nuestro pesar, de acuerdo. Pero un paso DE GIGANTE al fin y al cabo.

Y nada apunta a que vayamos a volver atrás.

 LAS OPORTUNIDADES DE LA COMUNICACIÓN VIRTUAL

Hay algo que he incluido en todas mis sesiones online desde el pasado mes de marzo. La pregunta: ¿Qué ganamos con la comunicación online? Las respuestas son variadas, y algunas muy divertidas, pero normalmente los tiros apuntan hacia las siguientes:

  • Ahorro de tiempo, dinero, recursos

  • Inmediatez y agilidad

  • No hay distancias

  • Comodidad y conciliación familiar

  • Efectividad (si, en algunos casos lo mencionan)

  • “No sé si ganamos, pero es que ¡no nos queda otra!” (exacto, esta fue para troncharse)

Y a mí me gusta añadir algunas más:

  • Mejorar nuestra comunicación

  • Mostrarnos más seguros creíbles y convincentes

  • Conectar emocionalmente con nuestra audiencia

  • En resumen, conseguir TODO lo que conseguimos con la comunicación presencial

Lo cierto es que hay muchas empresas que llevan tiempo usando la comunicación virtual en su día a día, con equipos en diferentes continentes, por ejemplo.

Lo cierto es que todos hemos asistido en estos meses a eventos, formaciones y webinars que, aún con medios escasos, han logrado conectar con nosotros y movernos a la acción.  

Y lo cierto es que también sabemos que podemos conectar emocionalmente a través de una pantalla. Porque a todos nos ha emocionado alguna vez un video en YouTube, o una conferencia TED.

Por lo tanto, ha de poder hacerse. Podemos comunicar online de forma segura y convincente; podemos conectar de forma emocionante e inspiradora

La cuestión es cuánto tiempo vamos a invertir en adaptarnos a un cambio que ya se ha instalado en nuestras vidas. Cuánto vamos a tardar en empezar a aprovechar las ventajas que nos ofrece esta forma de comunicación.

Porque me temo que zoom no va a desaparecer.

Porque el paso de gigante ya está dado.

Y porque tampoco creo que internet vaya a caerse a nivel global… (y si ocurriese, seguro que Google, Apple, FaceBook y Amazon tienen un plan B)

No es fácil encontrar un curso para ayudar a equipos y directivos a mejorar su comunicación online. Por eso he diseñado mis cursos:

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¡Estaré encantado de que demos juntos ese paso de gigante!