3 CLAVES PARA MOTIVAR EQUIPOS EN REMOTO

En esta nueva realidad han cambiado muchas cosas, y otras no han cambiado en absoluto. Motivar a las personas sigue siendo clave para conseguir objetivos y enfrentarnos a los nuevos retos, exactamente igual que en los tiempos ‘pre-pandemia’. Lo que sí ha cambiado (y mucho) es la forma en que nos comunicamos: con una pantalla de por medio. Y si hace unos meses motivar a las personas en una sala de conferencias era un reto importante, hacerlo ahora es aún más complejo.

  • Es posible que hayas encontrado formas de motivar a tu equipo distintas a la video-conferencia. Pero si hablamos de motivación, debes tener claro que es imprescindible mantener la conexión humana. Generar confianza. Inspirar seguridad y cercanía. Y la forma más simple y efectiva de conseguir todo eso es mirar a tu equipo a los ojos. Es decir, huir de videos enlatados y frases inspiradoras con cimas de montañas de fondo, y ponerte delante de la cámara.

  • Otro aspecto a tener en cuenta es que la clave de la motivación es implicar a los demás. Motivar no va de dar ánimos, como siempre nos cuenta ALFONSO ALCÁNTARA, sino de dar motivos. Razones a los miembros del equipo para sumarse a los objetivos con ganas y creatividad. Para ello deberás ponerte en su lugar, y plantearte qué hay en ese proyecto que les beneficie, que les ayude, que les facilite las cosas o que evite un mal mayor.

  • Y el tercer aspecto importante es la conexión emocional. Los motivos nos mueven, y las emociones también (no en vano, ambas provienen del verbo latín ‘movere’). Y para conectar con las emociones, necesitarás contenidos emocionales (o, al menos, un poco más emocionantes). Nunca, repito, nunca conectarás emocionalmente con tu audiencia compartiendo un balance, las especificaciones técnicas de un producto, o los detalles de un proceso industrial. Para hacerlo, te sugiero incluir algún caso de éxito dentro de tu sector (o de otros sectores), algún paralelismo con otros momentos de la organización en que se superaron situaciones complejas, o metáforas de la vida cotidiana que todos puedan reconocer. Eso te ayudará a entrar en terrenos menos racionales y un poco más emocionales.

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