#3afavor3encontra: LUIS ENRIQUE

#3afavor3encontra es un giro en este blog. Un análisis específico de determinados comunicadores. De personas (y personalidades) reales, experimentadas… y muy expuestas. El primer candidato era Donald Trump (pero por ahora va a tener que esperar turno).

Interesante, divertida y dinámica. Eso pretendo de esta nueva etapa del blog –y espero tus comentarios al respecto-. Artículos sobre comunicación al hilo de los personajes de la actualidad. Una forma diferente de hablarte de habilidades y presentaciones.

Empiezo con Luis Enrique, y confieso cierto miedo, porque parece tener bastante mala uva; pero estando en un momento dulce (la reciente remontada épica del Barça) confío en que ni mi integridad física ni la virtual sufran ningún riesgo.

De todas formas, para asegurarme el tiro, empezaré por las #3afavor: las 3 mejores cualidades de Luis Enrique como comunicador.

(Aviso para navegantes: NO SOY FUTBOLERO. Sé que esto puede hacerme perder muchos seguidores en twitter, pero es lo que hay…)

#3AFAVOR

  •          Lenguaje directo.- Luis Enrique habla de forma directa, perfectamente comprensible. Parece muy evidente que eso deba ser así ¿verdad? Pues no todo el mundo lo hace. De hecho, la mayoría cae en todo lo contrario: al hablar en público, intentan parecer más cultos, más profesionales, más preparados… Y eso los lleva a complicar las cosas con frases que nunca se acaban, o un exceso de tecnicismos. Él no lo hace, y eso es de agradecer.
  •          Autenticidad.- Muy al hilo de la anterior. Muchos comunicadores se muestran un poco (o un mucho) artificiales. Cierta ‘pose’ de ‘comunicador’ podríamos llamarlo. Luis Enrique es como es, y dice las cosas como son. O mejor, como las piensa -que nadie tiene la verdad absoluta-.
  •          Pasión.- Se le nota. Se palpa. Le encanta el fútbol, lo vive, vibra, lo siente. Disfruta de las victorias y sufre las derrotas. Y si bien asume las victorias sin tanto exceso, ante las derrotas se transforma: sabrás si ha perdido (sobre todo SI HA PERDIDO) sólo por su mirada en la rueda de prensa. Y eso ¡mola mucho! Parece que en la comunicación emocional, sólo debamos transmitir emociones de bienestar o de triunfo: o ‘soy feliz’, o ‘he ganado’, o ‘soy feliz porque he ganado’. Pues no señor. Expresar emociones al hablar en público no siempre pasa por el positivismo (y aún menos por el falso positivismo): si algo te disgusta, te enerva o te indigna, expresarlo así te hará conectar con tu audiencia de forma mucho más auténtica.

#3ENCONTRA

  •          ¿Una sonrisita?.- Vamos, Luis, que no hace daño de vez en cuando. Que puedes permitírtelo. Que no pasa nada: no vas a perder credibilidad, ni autoridad ni status; es más, te ayudará muchísimo en esa relación (a ratos tensa) que tienes con la prensa.
  •          Agresividad.- Ese lenguaje directo y esa pasión, con frecuencia derivan en un tono agresivo. Agresivo en exceso. Y aún más, en alguien que lleva desde 1989 jugando en esta liga (y no sólo me refiero al fútbol: me refiero al deporte como espectáculo, y a la prensa como socio necesario y simbiótico). Muchas ligas, muchos partidos y muchas ruedas de prensa llevas ya, como para perder los nervios, ¿no? Sobre todo con un periodista, Luis. Que sí, que es muy cargante y todo lo que quiereas, pero no olvides (por tu propio interés) que los necesitas tanto como ellos a ti.
  •          Humor particular.- El humor está muy bien. Pero cuando lo usas para esquivar una pregunta, o expresar que la pregunta no te gusta, deberías ir con más cuidado. ¿Cantar un villancico? ¿Dejar una pregunta sin respuesta? ¿En serio? La idea cuando se usa el humor es que los demás se rían contigo. Y si no lo consigues… el recurso no ha funcionado.

Para acabar: Luis Enrique tiene unas dotes envidiables. Me atrevo a decir que las mismas que tenía como jugador: auténtico, valiente y comprometido. Y algunos ‘toques’ en su estilo y en su estrategia le permitirán subir hasta el limbo de los técnicos no solo más respetados, sino también más queridos.

'A más ver...'