LA PRESENTACIÓN QUE DEJÓ DE SER PRESENTACIÓN

Piensas en hacer una presentación en público; y mentalmente viajas a un gran escenario, con los focos apuntándote y centenares de personas pendientes de ti… Y eso está muy bien. Pero ése no es el único contexto en que la técnica del escenario puede ayudarte.

Hablas en público muchas más veces de las que piensas.

Cuentas chistes a un pequeño (o no tan pequeño) grupo de amigos, recomiendas una peli, cuentas en una cena aquél encuentro memorable, o tu último viaje… Y todo eso también es hablar en público. Ante menos personas, por supuesto; también con menos presión. Pero si por un momento te parases a pensar que estás contando ese chiste o ese viaje ante los 5 accionistas más importantes de tu empresa, seguro que te atenazarían las mismas inseguridades y el mismo estrés que si estuvieras delante de 150 personas (o puede que incluso más). ¿Me equivoco?

Pues bien, si eso es así, parece bastante prometedora la idea de usar las técnicas de preparación y ensayo en otros contextos especialmente estresantes, ¿verdad?

MOMENTOS CRÍTICOS

Hay momentos especialmente delicados.

Presentar un proyecto, por supuesto lo es. Pero ahí es obvio que las técnicas que te propongo van a serte útiles. Hoy hablaremos de otras situaciones.

         REUNIONES.- Mucho se habla (y se hablará, y me alegro de ello) de reuniones efectivas. Pues bien, ¿y si cada participante tuviera sólo 5mins para exponer sus ideas, y convencer de ellas a los demás? ¿No te parece que esas reuniones serían efectivas de verdad?

Por desgracia, tendremos que dejar esa idea en el mundo de la utopía. Aunque lo que sí puedes hacer ante una reunión importante es estructurar y ensayar tus intervenciones. Eso, por supuesto, va a hacer ganar tiempo a todo el mundo, pero lo más importante es que expondrás tus ideas de forma más clara y efectiva. De hecho, cuanto más importante sea para ti el proyecto, más claro deberías tener cómo exponerlo y cómo hacerlo interesante y necesario.

         VENTAS.- Otra variante de las reuniones, pero esta vez con uno o unos pocos clientes.

Es difícil intentar prever por dónde va a ir una conversación entre dos o más personas; pero es mucho más fácil saber qué información vas a tener que exponer ‘si o si’ en ese encuentro. Sus necesidades, por supuesto, en el caso de las ventas; tu producto, que las cubrirá de la mejor manera. El presupuesto. El tiempo (de entrega o de vigencia del acuerdo)…

Pues bien, estructurar y ensayar las ideas que sabes que van a tocarse en ese encuentro es, una vez más, la forma de asegurarte el tiro. De crear el mayor impacto. De llevarte el gato al agua.

         ENTREVISTAS DE TRABAJO.- En una línea muy similar a la anterior, eres perfectamente consciente de que habrá en esa entrevista temas de tu currículum, de tu experiencia, de tus inquietudes, incluso de tus valores o metas, que van a tocarse.

En cierto modo, es una reunión de ventas… en la que el producto eres tú.

¿LA TÉCNICA DEL ESCENARIO FUERA DEL ESCENARIO?

Aún más importante que estructurar y ensayar las ideas más importantes a exponer, es CÓMO vas a exponerlas. La forma en que te expreses en estas o en otras situaciones va a ser determinante. La convicción, la seguridad, la profesionalidad y la empatía que desprendas marcarán la diferencia.

Y transmitirás todas esas cualidades ‘sólo’ con tus dos herramientas expresivas fundamentales: tu voz y tu cuerpo.

Por todo ello, conocerlas y aprender a usarlas en un escenario es la garantía de esas herramientas no te traicionarán en otros momentos. Y esa garantía, en los momentos críticos, se hace realmente imprescindible.

SÓLO DURANTE UNAS SEMANAS:

‘A más ver…’