CARLES PUIGDEMONT: PAUSADA CONVICCIÓN

#3afavor3encontra es un giro en este blog. Un análisis específico de determinados comunicadores. De personas (y personalidades) reales, experimentadas… y muy expuestas. El primer candidato era Donald Trump (pero por ahora va a seguir esperando turno).

¡Y vuelve a tocar analizar a un político! Relevante en cuanto a sus aspiraciones y también en cuanto al proyecto en el que se encuentra, nuestro protagonista anunció hace escasos días la fecha y la pregunta del referéndum de independencia en Catalunya: uno de los temas más manidos en todos los contextos (no sólo políticos). Con todos ustedes: Carles Puigdemont.

Desde mi punto de vista, lo más destacable del orador de hoy es su calmada convicción. Característica que hereda de su antecesor en el cargo y que bebe directamente de la dimensión del proyecto que pretende llevar a cabo. Casi en cualquier contexto, Puigdemont parece enviar (sobre todo con su tono de voz) un mensaje implícito:

‘Es difícil, pero estamos decididos a hacerlo.'

Un ingrediente a todas luces imprescindible para hacer creíble su propuesta. Y esa calmada convicción es, sin duda, la primera característica de sus #3AFAVOR. Respecto a las otras dos:

  •          Claridad y conexión de ideas.- Como buen periodista, Carles Puigdemont se expresa de forma estructurada y lógica. Perfectamente comprensible. Tiene en cuenta a quien le escucha, y tiene en cuenta que debe trasladar esa información al oyente. Y eso, es una auténtica rareza. Toma nota: uno de los ingredientes imprescindibles para un discurso es la claridad en la exposición. En todo momento tu audiencia debe seguir tu hilo argumental sin ninguna dificultad. Y eso pasa porque tus ideas sean claras y la conexión entre ellas, definida.
  •          Pausas.- Otra gran virtud de los grandes es el uso de la pausa, y Puigdemont las usa con brillantez (sobre todo en algunas ocasiones). No basta con tener ideas interesantes, y expresarlas con claridad: es imprescindible que las transmitas con el tempo adecuado. Eso no sólo nos habla de tus ganas de hacerte entender, sino también de tu seguridad personal y de la convicción con la que transmites. Controlar esos tiempos, aunque el corazón te vaya a mil, es absolutamente necesario.

#3ENCONTRA

  •          Monotonía.- Por desgracia, la claridad y las pausas no te ayudan a salir de la monotonía, querido Carles. Un tono que definiría como ‘informativo-e-implicado-sin-excesos’ planea en la casi totalidad de tus intervenciones. No es fácil modular un discurso, y aún menos cuando tiene un tono institucional y estratégico tan definido, pero es imprescindible para no dormir al personal. Repite conmigo: ‘La monotonía es la enemiga de la atención, la monotonía es la enemiga de la atención…
  •          Mirada.- Absolutamente determinante. Los ojos transmiten, comunican, implican… enganchan, Carles. Y esa mirada (neutra en exceso) no nos habla con tu misma elocuencia. Dejar que tus ojos participen de lo que haces va a marcar un antes y un después en tu recorrido como comunicador. Intenta mirar a personas concretas, y conectar con ellas. Que tus ojos se empapen de tus ideas. (Por cierto, es un rasgo que compartes con Oriol Junqueras… ¿Fuisteis a la misma ‘uni’?)
  •          Excesiva lectura.- ¿Y unas notas, ‘nen’? Que ya sé que muchas veces el lugar del discurso es especialmente comprometido, pero seguro que hay cosas que puedes expresar de forma más viva… ¡Y cosas que no necesitas leer! Es más que probable que esa sea la causa de la neutralidad de tu mirada: es extraordinariamente difícil leer, y conseguir que tus ojos conecten (básicamente porque estás ocupado leyendo). Cuanto más prescindas del papel, más viva estará tu mirada. Te aconsejo pruebes lo de las notas. ¡A mí, los esquemas me van de perlas! 

Y hasta aquí el artículo sobre Carles Puigdemont. Un comunicador claro, expositivo y creíble. Con un tempo excelente, que ganará en conexión y vitalidad cuando se permita salir un poco de lo que podríamos llamar ‘la zona de seguridad del político’.

A más ver…