MAKING-OFF: LA PREPARACIÓN Y EL DÍA 'D'

 Tercer y último artículo sobre “Cómo se hizo…” la serie de vídeos que publiqué en Uncomo. La parte donde más os puedo aportar: la preparación. Teniendo claros ya los contenidos, sólo me faltaba empezar a ensayar. En mi caso, esta es mi parte favorita: me encanta probar cosas nuevas, diferentes formas de explicar las ideas, diferentes gestos y actitudes con las que trasladarlas… Incluso darme la oportunidad de dejarme llevar por ideas nuevas para ver si me aportan cosas diferentes.

Entiendo que ése no es vuestro caso, pero los ensayos SIEMPRE son necesarios. Dan pereza (a mí también me pasa), y es fácil caer en la trampa de pensar que no los necesitamos: “ya sé de lo que hablo…”, “mejor pulir en PPT que perder el tiempo así…”, “prefiero improvisar: es mucho más espontáneo…”, “mejor ensayo mañana, que estaré más fresco…” y otras muchas os vendrán a la cabeza. Sólo diré una cosa al respecto: yo nunca me he arrepentido de ponerme a ensayar, pero sí me he arrepentido (y mucho) de dedicar el tiempo a otras cosas.

Pero vamos al asunto: los ensayos de estos vídeos.

SUPERAR EL MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO. Click en la imagen para acceder.

 LA IMPORTANCIA DEL CRONÓMETRO

Fundamental siempre, el uso del cronómetro se hace más importante cuanto más breve sea tu intervención. El motivo es claro: cuanto más tiempo tienes, más capacidad de ir adaptándote al reloj. Si dispones de 40mins, y ves que en el min 25 aún te quedan 3 ideas por exponer, tienes tiempo de reacción. Si dispones de 4mins, y en el min 3 te quedan 2 ideas por exponer, vas a pasarlo mal.

Mi caso en estos vídeos era el segundo: el de los 4mins. Y no quería pasarlo mal, así que me tomé muy en serio lo del cronómetro. Y en los primeros ensayos me pasaba de tiempo por sistema: 7mins, y en ocasiones incluso 11mins. Y pensaba (como siempre) que no podía dejarlo en menos; pero si, se puede. La clave no está en hablar más rápido, sino en sacrificar contenidos y/o sintetizar. Es eso lo que parece que no se puede hacer: dejar de contar cosas. Dejar de lado esa idea maravillosa, ese chiste infalible, o esa argumentación original y demoledora. Pero créeme: se puede. Es como preparar la maleta: si quieres ir de viaje sólo con una, tienes que dejar parte de la ropa en casa. ¿Y aquel pantalón nuevo que tan bien te queda? Pues o lo dejas, o te llevas más maletas. En el caso de una presentación, llevar más maletas significa pasarse de tiempo, así que te vas a ver obligado a sacrificar ideas.

La buena noticia es que sacrificar ideas significa que tienes buenas ideas de sobra, y que puedes quedarte sólo con las mejores.

EL DÍA D: ADAPTARSE A LAS CIRCUNSTANCIAS

Hubo algo el día de las grabaciones que marcó estos vídeos, sin duda para bien: la falta de un croma.

En los días previos, habíamos pactado con los amigos de Uncomo la utilización de un croma (un fondo verde donde poder insertar después los visuales, como hacen los que informan sobre el tiempo en las noticias). Y finalmente, problemas de última hora hicieron imposible su uso. ¿Qué podíamos hacer? Teníamos todos los elementos, y buscar otro día con la esperanza de conseguir el recurso podía convertirse en una pequeña odisea. No tardamos mucho en decidirnos por grabar, e insertar los gráficos de otra manera (como habréis podido ver). Un acierto, sin duda.

Acierto, primero por aprovechar el momento y la energía. Había ganas. Yo, con la grabación en mente, había estado preparándola a conciencia, y noté que Javier (el cámara y editor de los vídeos) tenía ese sano estrés de las ganas de hacerlo bien. Eso en cuanto a la poética del momento. Lo digo porque de no haber ideado un plan B que nos convenciera a los dos, hubiéramos pospuesto la grabación sin duda. Por suerte se nos ocurrió la idea, y pudimos aprovechar las ganas de ambos.

EL MODO ESCENARIO. Click en la imagen para verlo.

Y acierto, también, por el resultado final. El hecho de que los gráficos no aparezcan insertados al fondo, fuerza a que mi imagen desaparezca del vídeo por unos segundos, y eso creo que los favorece. Así, la alternancia entre mi imagen y el gráfico es más rotunda, cobra más importancia. Y eso favorece tanto al contenido de los gráficos, como a la atención del espectador.

Por eso creo que hicimos tan bien en adaptarnos a las circunstancias, y en transformar los inconvenientes. Y por eso estoy tan contento del resultado. Si bien no es perfecto, creo que sí es muy satisfactorio.

Sobre su utilidad, como siempre, vosotros tenéis la última palabra.

“A más ver…”